“La lucha de una madre por dar visibilidad y tratamiento a otras familias con niños con necesidades especiales”
Cuando Anabela Cortés descubrió que su hijo menor, Mateo, tenía autismo, cambió su vida por completo. Al igual que cualquier madre, experimentó una mezcla de emociones; miedo, preocupación, incertidumbre, pero sobre todo, amor incondicional por su hijo. Sin embargo, en lugar de dejarse llevar por el miedo y la desesperación, Anabela decidió convertir su experiencia en una lucha para dar visibilidad y tratamiento a otras familias con niños con necesidades especiales.
La historia de Anabela inició hace 5 años, cuando Matt, como cariñosamente llaman a su hijo, fue diagnosticado con autismo a los 3 años. Ella no tenía conocimiento previo sobre esta condición y se sintió abrumada por la cantidad de información que necesitaba aprender para poder entender y apoyar adecuadamente a su hijo. Después de un duro proceso de aceptación, Anabela decidió que no podía quedarse de brazos cruzados y ver cómo su hijo y otras familias como la suya se enfrentaban a numerosos desafíos.
Con el objetivo de ayudar a su hijo y a otras familias, Anabela se embarcó en una misión para dar a conocer la realidad de las familias con niños con necesidades especiales. Comenzó a compartir su experiencia en las redes sociales y a crear conciencia sobre el autismo y otras condiciones que afectan a los niños. Su intención era educar a las personas y eliminar los estigmas y prejuicios que aún existen alrededor de las personas con discapacidades.
Pero su lucha no se detuvo allí. Anabela sabía que la información no era suficiente, también era necesario brindar opciones de tratamiento y apoyo a estas familias. Por ello, creó una organización sin fines de lucro llamada “Unidos por los Niños” que ofrece terapias y servicios gratuitos a niños con autismo y otras necesidades especiales, en su ciudad natal de Xalapa, México.
La organización de Anabela brinda apoyo a más de 100 niños y sus familias cada mes y ha logrado un impacto positivo en la comunidad. Además de proporcionar terapias, también organizan eventos y talleres para promover la inclusión y el entendimiento de las personas con discapacidades. También trabajan en colaboración con otras instituciones y organizaciones para ampliar su alcance y ofrecer una mayor variedad de servicios.
La labor de Anabela ha sido reconocida y apoyada por muchas personas y organizaciones, incluido el gobierno local. Recientemente, Unidos por los Niños recibió una subvención del gobierno para ampliar sus servicios y llegar a más familias en la región. Además, han recibido donaciones y patrocinios de empresas privadas y voluntarios que se unen a su causa.
Pero para Anabela, el mayor logro ha sido ver el impacto positivo que su organización ha tenido en las vidas de los niños y sus familias. Muchos niños que antes luchaban para comunicarse o realizar tareas cotidianas, ahora han mejorado gracias a las terapias y el apoyo de la organización. Para las familias, es un respiro saber que no están solos en esta lucha y que hay una comunidad que los apoya y los comprende.
La organización de Anabela continúa creciendo y su misión es llegar a más familias y comunidades. Su objetivo no es solo brindar tratamiento, sino también educar y sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de la inclusión y el respeto hacia las personas con discapacidades. Anabela también espera que su trabajo inspire a otras personas a no tener miedo de enfrentar los desafíos y a convertir sus propias experiencias en una lucha por el bien común.
La historia de Anabela es un recordatorio de que el amor de una madre